Identificar Problemas de Conducta en Autismo

 
 

¿Cómo Analizar los Problemas de Conducta en Autismo?

¿Cómo identificar los problemas de conducta?

Los problemas de conducta en personas con Trastorno de Espectro Autista son muy comunes, estos comienzan en edades tempranas y pueden durar para toda la vida. Si no se da una intervención temprana, estas rabietas o conductas disruptivas aumentarán en intensidad y duración. La razón por la que las personas con autismo tienen problemas de conductas pueden ser variados y pueden cambiar de una persona a otra. Entre ellos, falta de habilidades de comunicación, resistencia al cambio, cortar comportamientos repetitivos, sensibilidad a texturas, evitar hacer tareas o actividades, cortar ecolalias, etc.

En la intervención de problemas de conducta en personas con autismo, primero identificaremos ¿Por qué la persona está haciendo la conducta?, ¿Qué está manteniendo la rabieta?, y ¿Cómo puedo identificar esta rabieta?.

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Evaluación conductual y evaluación funcional

Para identificar problemas de conducta haremos una evaluación funcional y conductual. Estos son conceptos del campo de la psicología y el análisis aplicado de la conducta (ABA). A continuación veremos en que consisten:

La evaluación conductual consiste en la observación directa de la persona, para medir y cuantificar el comportamiento. Se analiza la frecuencia, duración e intensidad del comportamiento. Por otro lado, las circunstancias y condiciones en las que ocurre el comportamiento.

Esta evaluación nos aporta información para comprender los patrones de comportamiento, establecer objetivos para la terapia y poder medir el progreso de la conducta.

Este es el primer paso para el análisis aplicado de la conducta, se suele utilizar como base para la evaluación funcional.

Ejemplo de evaluación conductual:

Un niño suele interrumpir cuando dos personas hablan haciendo ruidos fuertes y repetitivos. El terapeuta observa y registra la frecuencia de este comportamiento en 30 minutos de conversación, el niño interrumpe un promedio de 6 veces en estos 30 minutos.

La evaluación funcional es un proceso sistemático para identificar las razones o las funciones de un comportamiento. Para ello buscaremos aquellas variables y antecedentes (los estímulos discriminativos que hace que la conducta se de) y las consecuencias, que están controlando los problemas de conducta.

  • El análisis funcional, una vez realizada la evaluación funcional, podemos hacer el análisis funcional. Consiste en la manipulación de las variables que están manteniendo la conducta para comprobar que los antecedentes o consecuencias controlan y manipulan la conducta problemática. Es decir, el análisis funcional nos permite intervenir para modificar esas variables para cambiar la conducta.

Esta evaluación funcional se puede hacer mediante cuestionarios, preguntando a la familia que detalle que ocurre antes y después del problema de conducta. Una vez recopilemos esta información, nos ayudará a entender las consecuencias que mantienen el comportamiento.

Otra forma de evaluación seria mediante la observación de la persona, describiendo los antecedentes y las consecuencias inmediatas en el ambiente natural de la persona.

Ejemplo de evaluación funcional, un adolescente, golpea y empuja a otros niños en el aula. Hay momentos del día que hay mucho ruido en clase. La función de este comportamiento es escapar de una situación aversiva ruido.

La diferencia principal es que la evaluación funcional se centra en la comprensión e identificación de un comportamiento y evaluación de la función. La evaluación conductual mide y describe directamente la conducta observable.



Pasos para Identificar Problemas de Conducta

Para saber por qué las personas con autismo tienen problemas de conducta, basándonos en la evaluación funcional, tenemos que seguir estos pasos:

  • Observar la conducta que queremos cambiar.

  • Identificar la función de la conducta, es decir, ¿Por qué está haciendo esa conducta?

  • Analizar que ocurre antes y después de la conducta.

Observar la conducta

Primero observamos la conducta de la persona cuando está en su ambiente natural, definimos y describimos lo que está haciendo, es decir, la forma de la conducta, en que contexto lo está haciendo y quién o qué está presente.

Ejemplo: Niño sentado en mesa, se da tres golpes en la cabeza con la mano derecha, en la hora de matemáticas cuando la seño le pone tareas.

Identificar la conducta

Segundo identificamos que puede estar ocurriendo en el ambiente.

Ejemplo: Nos preguntamos ¿Qué hace que el niño se golpeé en la cabeza cuando está en clase de matemáticas?.

Hipótesis: puede ser que no le gusten las matemáticas, que esté cansado, que el ejercicio que tenga que hacer es muy difícil, que la maestra en clase es nueva, que el niño esté malo… Puede haber múltiples factores ambientales.

Analizar la conducta

Por último, analizamos, ¿Qué pasa antes de la conducta?, y ¿Qué pasa después de la conducta?.

Ejemplo: ¿Qué pasa antes de que el niño se de golpes en la cabeza?. La seño le pone una tarea. ¿Qué pasa después de la conducta pegarse en la cabeza? La seño le quita la tarea.

Después de esta breve introducción voy a pasar a explicar la función por la que se mantienen estas conductas en personas con autismo, para que así la podáis identificar. De este modo podéis intervenir para disminuir y eliminar la conducta.

Funciones por la que se mantiene el problema conducta

La función de la conducta se pueden estar manteniendo por varias funciones a la vez o empezar por un motivo y que luego esté mantenida por otra. Puede haber problemas de conducta debido a dificultades sensoriales, a problemas de comunicación por no poder expresar que necesitan en determinados momentos y conductas disruptivas con una base conductual aprendida, en la que el niño ha asociado que hacer ese tipo de comportamiento consigue lo que quiere.

Ejemplo: Niño empieza a llorar porque la mamá le pide el juguete (función tangible), la mamá no se lo da, pero le dice “no llores más, en silencio” y el niño empieza a llorar con más intensidad y grita, la mamá se acerca al niño para calmarle y se calla (Función atención).

problemas de conducta por Función por Tangible

Como hemos visto anteriormente, las conductas no son azarosas, cada conducta tiene su función. La función de tangible es cuando una persona presenta un problema de conducta porque quiere un objeto, alimento o autoestimulación. Puede ser porque le va a ser retirado, o que quiere algo y no se lo dan, o que bloqueemos o paremos una autoestimulación.

Ejemplo; Papa pide la Tablet (reforzador) al niño, niño llora porque quiere el juguete.

Intervención; Hay que trabajar la retirada de la Tablet gradualmente. Para ello, se la pedimos y se la volvemos a dar, el niño se tiene que dar cuenta que la retirada de ella no implica que ya no pueda jugar más. Repetir este procedimiento varias veces, aumentar el tiempo de retirada. Si aparecen quejas no pueden jugar con la Tablet.

Ejemplo: Pablo está aleteando, mamá le pide que pongas las manos en la mesa como conducta incompatible y Pablo da una patada a la mesa.

Intervención: Es muy frecuente que cuando bloqueamos o pedimos una conducta incompatible con la conducta problema, las personas se enfaden o se quejen. Debemos registrar que ocurre después de la conducta indeseada (autoestimulación) por ejemplo; dar patadas, gritar, tirar cosas… y anticiparnos pidiendo conductas incompatibles y reforzando conductas adecuadas.

Problemas de conducta por Función de Escape

Hay otras conductas problemáticas en personas con autismo, estas pueden estar mantenidas por escape. La función de escape, se da cuando la persona quiere evitar que se presente un estímulo desagradable, haciendo un problema de conducta para escapar de la situación aversiva.

Ejemplo: La profesora le pone una tarea a la niña y está llora para no hacer la tarea. Probablemente, esta situación ha sido reforzada en el pasado, por lo tanto, la niña ha aprendido que cada vez que le presenten una tarea, si llora se la retirarán. Analizamos porque llorar, puede ser que la tarea sea muy difícil para su nivel cognitivo, con lo cual se empareja negativamente la tarea y tiene una rabieta. Esta será reforzada por la retirada de la tarea, es decir, la profesora está reforzando la conducta al retirar la tarea.

Intervención: Adecuar las tareas al nivel de la persona, si son de alta dificultad, hacer la tarea en tiempos cortos, haciendo uso de ayuda y reforzando cada logro para que condicione bien la tarea. Cuando la maestra le pone la tarea y la niña hace quejas, no hagáis referencia a la conducta y seguir presentando la tarea.

Problemas de conducta por Función por Atención

Los problemas de conducta mantenidos por atención son los más comunes, ya que se da un refuerzo social positivo. Normalmente, los niños suelen acercase o mirar a alguien a la cara emitiendo el problema de conducta, para que nosotros le demos atención.

En muchas ocasiones el niño sonríe antes de hacer el problema de conducta, con lo que es más obvio, que hizo un mal comportamiento para llamar nuestra atención. La persona busca que otro adulto o niño acuda a la persona, le den reprimendas o le presten atención.

Ejemplo: La profesora está explicando una actividad en clase y el niño llama la atención gritando y llorando para que la profesora se acerque a él.

Intervención: En esta situación, no damos atención a estas conductas. Seguimos dando la clase como si no ocurriese nada y reforzar positivamente cuando el niño esté tranquilo y en silencio.

Problemas de conducta por Función por Auto-estimulación

Los problemas de conductas en personas con autismo están mantenidos por auto-estimulación suelen ser frecuentes. Estos son un refuerzo interno (sensorial) positivo, algunos de ellos son muy difícil de extinguir. La función de esta conducta no está mediada por otra persona, ya que la conducta produce refuerzo por sí sola, es una estimulación sensorial. Estos pueden ser visuales, táctiles, auditivas y vestibulares. Estos ocurren porque:

  • Tienen déficit en el desarrollo.

  • Falta de habilidades comunicativas y de interacción.

  • Falta de habilidades de juego.

  • Desorden sensorial.

  • Problemas para autorregularse.

Ejemplo; Niño se autoestimula mirando como gira las ruedas de un coche.

Intervención: Enseñar como utilizar el coche correctamente, le cogemos la mano y el coche, y le ayudamos a que lo mueva y reforzamos por el buen uso del coche.

Otras conductas de auto-estimulación están mantenidas por consecuencias ambientales o refuerzo sensorial positivo.

Ejemplos: Tirar objetos para ver como caen, abrir y cerrar grifos.

Intervención: La intervención en estas auto-estimulaciones, sería moldeando la conducta deseada, haciendo uso de conductas alternativas a la conducta problema y refuerzo positivo por conductas adecuadas.

Virginia Montañez Soto

Diplomada en educación especial, Máster en autismo, Máster en terapia ABA (Análisis Aplicado de la conducta), Máster en rehabilitación del habla y del lenguaje. Con más de una década de experiencia, desarrolla su actividad en la modificación de la conducta, rehabilitación del habla y lenguaje, en autismo y en mejorar la calidad de la persona y de sus familiares.

Fundadora y directora de Tu Conducta.

https://www.tuconducta.com
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