¿Cómo Enseñar a Comer a Niños con Autismo?

 
 

Enseñar a comer a niños con autismo

La alimentación para muchos niños con autismo puede convertirse en un desafío mayor que para otros niños. Las razones son múltiples y complejas, desde la hipersensibilidad, alteraciones sensoriales, intolerancia, inflexibilidades cognitiva, hasta rigideces y alergias a algunos a alimentos.

En esta guía práctica y teórica, encontrarás diferentes estrategias y pasos para enseñar a tu hijo o alumno a comer variedad de alimentos. Por otro lado, abordar los posibles problemas alimenticios en niños con trastorno del espectro autista y otros trastornos del neurodesarrollo.



Guía de alimentación en autismo

Las principales causas por la que los niños con autismo no quieren comer, suelen ser por temas de inflexibilidad, rigideces o por la falta de habilidades previas. Ambas se deben abordar antes de comenzar con la intervención en programas de alimentación o dietas. Hay otros motivos como hipersensibilidad, intolerancia o alergias, que también puede crear rechazo a la comida.

Las Inflexibilidades y rigideces más comunes son: probar variedad de alimentos, alimentos con diferentes texturas, colores, sabores y diferentes temperaturas, y el cambio de la forma de presentar de la comida (triturado, cortado o aplastado) o la forma del recipiente (en vaso, en plato o en botes).

¿Qué hacer cuando un niño autista no quiere comer?

En la intervención de programas de alimentación debemos preguntarnos, si el niño está preparado para comer esta comida, si presenta otras inflexibilidades, ¿Por qué está rechazando esta comida?, ¿por el color?, ¿la textura?, ¿el olor?… ¿El niño sabe comer con tenedor?, ¿y con cuchara?, ¿Sabe coger bien la cuchara?, ¿y el tenedor?, ¿Qué alimentos come?, ¿Qué alimentos no come?, ¿Qué bebe?, ¿Qué alimentos tolera en un mismo plato?, ¿Tolera ver trozos de alimentos ya cortados o triturados?, ¿Tiene mi hijo las previas y prerrequisitas para poder enseñarle una habilidad nueva? etc.

Debemos seguir haciéndonos preguntas hasta encontrar la raíz de porque está presentando problemas de conducta. Una vez que identifiquemos la variable que está desencadenando el problema de conducta, podríamos comenzar la intervención. Más adelante, hablaremos cómo identificar esos problemas de conducta.

Primero debemos de tener en cuenta hacer las pruebas médicas pertinentes con el objetivo de poder evaluar todo lo referente a la parte orgánica. La evaluación sería para descartar que el alumno no tenga ningún problema en los órganos de la boca, en la masticación y deglución de alimentos, alergias, intolerancias…

Hay varios estudios que han confirmado, que hay una alta correlación entre el aprendizaje del habla y lenguaje en niños con autismo con las dificultades motoras de la boca, debido a déficits o falta de habilidades encargadas de la musculación, tonicidad, coordinación y deglución entre otras.

Encontramos otros posibles problemas orgánicos como, estreñimiento, diarrea, vómitos, reacciones alérgicas (intolerancia a la lactosa, gluten…), reflujo, dolor de estómago, entre otros.

Una vez que hemos descartado que no tenga ninguno problemas orgánico, comenzaríamos a plantearnos la intervención.

En toda intervención debemos de tener en cuenta los siguientes procedimientos previos para llevar a cabo un programa de alimentación con éxito.

¿Qué hago para que un niño autista coma?

1. Recolección de datos de lo que come y no come. Apuntar en una lista comidas de alta probabilidad, media probabilidad y baja probabilidad.

Comidas de alta probabilidad

Las comidas de alta probabilidad, son aquellos alimentos favoritos por la persona y que no rechaza cuando se los presentas. Puede haber alimentos que antes le encantaban y ahora ya no suele comerlos, también registraremos estos. Estos los pondremos en otra lista y se tratarán más tarde.

Comidas de media probabilidad

Comidas que no son las preferidas del niño, a veces las quiere y otras veces las rechaza. En ocasiones, cuando estas comidas están combinadas con comidas de alta probabilidad, no presenta ningún problema de conducta.

Comidas de baja probabilidad

Estos alimentos los come con menos probabilidad o directamente ni los prueba. Puede ser que algunos alimentos los comía en el pasado, pero dejaron de gustarle. También son alimentos que por su color, forma, textura o sabor no quiere probar.

Ejemplo de programa de alimentación para niños con autismo con problemas de alimentación

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2. Análisis funcional del comportamiento

El análisis funcional de comportamiento, tiene como objetivo identificar las causas o funciones de un comportamiento específico. Para ello vamos a observar la conducta cuando la persona esta comiendo o le pones un alimento, está información nos ayudará a entender mejor cuál es la raíz del problema. Veamos como hacer este análisis más detallado:

  • Recogemos información sobre lo que ocurre antes, durante y después de la conducta problema. Ejemplos:

    • Miguel golpea la mesa cuando ve el plato de comida que no suele comer. Hipótesis: Rechazo a probar comida nueva. ¿Qué ocurre antes de la conducta?: Ver el plato de comida (estímulo).

    • Marta está comiendo espaguetis con tomate, su plato preferido, cuando se ha comido la mitad el plato grita. Hipótesis: No quiere comer más y su forma de decir que ha terminado es gritando, mamá le retira el plato. Puede ser por falta de habilidades de comunicación o por una conducta aprendida que ha sido efectiva en el pasado. ¿Qué ocurre durante de la conducta?: La mamá le retira el plato. Marta aprende que si grita mamá le quita el plato, porque ya le ha funcionado en el pasado.

    • Antonio ha terminado la comida, su padre le pone un yogur de un sabor nuevo, porque no quedaban el sabor que a él gusta en el supermercado. Antonio prueba el yogur y lo tira, su padre le pone otro postre. Hipótesis: El nuevo sabor del yogur. ¿Qué ocurre después de la conducta?: El padre le pone otro postre.

Si vais a hacer vosotros la intervención, sin ayuda de un profesional. Recomendamos que tengáis a mano un cuaderno o descargaos la plantilla que os ponemos a continuación.

Descargar ejemplo de plantilla

  • Hacer una descripción clara y precisa, teniendo en cuenta lo que está haciendo la persona, el lugar donde está, quién le está presentando la demanda y qué le estáis pidiendo.

    Estos factores pueden afectar, no es lo mismo, que una madre le ponga la comida que una señora en el comedor. Si el alumno o tu hijo está haciendo algo divertido y esa actividad se ve interrumpida por ti, el problema puede venir de cortar la actividad, no por la comida.

    Por ejemplo: Marta está en el salón viendo los dibujos, mamá va al salón y la coge en brazos para llevársela a la cocina a comer. Marta, patalea y grita. Hipótesis: No quiere dejar de ver los dibujos.

  • Describir la intensidad y la frecuencia que ocurre el problema de conducta, la duración, los comportamientos que ocurren antes o durante la conducta problema. ¿Por qué registramos estos valores?

    • Intensidad, se refiere al grado. Primero abordaremos las más intensas, porque son las que más preocupan.

    • Frecuencia con que ocurre la conducta. Si la conducta se da regularidad, daremos prioridad a esas conductas. Si estas se dan muy de vez en cuando, comenzaremos con aquellas que se den con más continuidad.

  • Anotar lo que ocurre después de que el adulto haya presentado una consecuencia. ¿Por qué? Porque nos dará información sobre si la conducta problema se mantiene por la respuesta del adulto o por el antecedente (lo que ocurre antes: presentar la comida). Por ejemplo, el alumno golpea el plato de comida. Posibles respuestas del adulto que no son adecuadas: El adulto le presenta otro alimento, le retira el alimento, le riñe o fuerza al niño a que se lo coma.

3. Abordar aquellas conductas inapropiadas e inflexibilidades.

En la intervención ante un problema de conducta, debemos de tener en cuenta en aplicar la alternativa al problema de conducta menos restrictiva y menos intrusiva; es decir, antes de castigar vamos a intentar negociar, que se coma menos, o que lo pruebe y luego le ofrecemos otro alimento que le guste más.

Para no extendernos mucho, daremos una breve pincelada de algunos de los tipos de intervención para modificar la conducta. Para más información y saber cómo se aplican los siguientes procedimientos, os dejamos el enlace en cada definición:

  • Refuerzo positivo y los diferentes programas de reforzamiento: El refuerzo positivo se refiere a la acción de dar un reforzador gratificante después de que la persona ha realizado una acción específica.

  • Refuerzo diferencial. Entregar o reforzar un comportamiento en concreto, mientras se ignoran o no se refuerzan otros comportamientos. A menudo, lo utilizamos para aumentar la frecuencia de conductas deseadas y para disminuir las conductas indeseadas.

  • Extinción. Para aplicar la extinción, dejaremos de dar una recompensa que se daba anteriormente después de un comportamiento determinado, con el fin de reducir o eliminar ese comportamiento. Por ejemplo, cuando tu hijo se aburre, comienza hacer ruidos y da golpecitos para llamar tu atención, la extinción sería no prestar atención a ambas conductas.

  • Castigo. Hay varios tipos de castigo, en unos presentas un estímulo aversivo y en otros retiras un estímulo agradable cuando se produce el comportamiento. Por ejemplo, retirar un juguete después de tener una rabieta o añadir un punto negativo por gritar en clase.

Pasos a seguir para enseñar a comer a niños con autismo

Una vez ya tengamos nuestra tabla de alimentos y reconozcamos los posibles problemas de conducta que pueden aparecer y como abordarlos, el siguiente paso sería, seleccionar un alimento de alta probabilidad. Comenzamos con los de alta probabilidad porque no nos interesa que el niño tenga un problema de conducta con la comida y empareje mal el alimento, el momento de comer y a la persona con la que está realizando el programa.

  • Contratar un reforzador que le guste mucho y sea exclusivo para comer.

    Reforzadores como juguetes, vídeos o una comida de alta probabilidad. Tened preparado varios reforzadores reservados solo para el programa de comida y que solo el terapeuta o la persona que este a cargo del programa los use. El alumno debe haber estado privado del reforzador, para que de este modo tenga más valor reforzador.

  • Enseñamos el reforzador para que el alumno tenga deseo por él. Podemos incluso dejar que juegue un poco, que vea el video o que pruebe el alimento, depende del reforzador que elijáis.

  • Ponemos la comida de alta probabilidad y a continuación, le entregamos el refuerzo, por ejemplo, le ponemos un vídeo de “dinosaurios”. Cuando lo está viendo, lo pausamos y le damos el trozo de pizza. Le decimos “vamos a comernos este trocito y seguimos viendo el video”. Cuando se lo coma, le ponemos el vídeo de nuevo.

    Los niños que no quieran comer o presenten problemas de conducta, haremos este procedimiento pero, le damos de comer cuando está bajo reforzamiento continuo, es decir, mientras el niño ve el vídeo le damos el trocito de pizza. Más adelante, iremos retirando el video gradualmente.

    Este procedimiento se suele usar en comidas que sean de media y baja probabilidad, pero todo depende del control que tengáis sobre el niño, el nivel de obediencia y la eficacia del reforzador.

  • Una vez que el niño ha comido varios trozos de pizza y se los coma sin problema, habría que reducir el tiempo que está con el reforzador, ya que la idea, es que el niño coma solo y que la comida sea reforzante para él.

  • Repetir este proceso varias veces, tres o cuatro días, e ir probando con otros alimentos de alta probabilidad.

  • Una vez se coma todos los alimentos de alta probabilidad sin presentar conductas disruptivas, introducimos una comida de media probabilidad, ejemplo “palitos de merluza”. Al igual que antes, contratamos un reforzador, le damos un trocito de comida y si se lo come bien, le damos el reforzador.

  • Podemos usar una comida de alta probabilidad para que se coma una de media probabilidad.

    Ejemplo, le damos un trocito de pizza muy pequeño y a cambio le damos un trozo de palitos de merluza, vamos aumentando gradualmente la cantidad de palitos de merluza y disminuyendo la cantidad de reforzador la pizza hasta que se coma dos o tres palitos de merluza.

    Otra manera sería introducir la economía de fichas, os será muy útil para rebajar el nivel de ansiedad por la llegada del reforzador y para aumentar el tiempo que pasa comiendo. Para aplicar este procedimiento, el alumno tiene que tener más nivel. Ejemplo, cada dos trozos que tomes de palitos de merluza, te puedes tomar un trozo de pizza.

  • Cuando ya se coma todos los alimentos de alta y media probabilidad, pasaríamos a los de baja probabilidad. El procedimiento sería el mismo que hemos estado haciendo hasta ahora. Será más exitoso si combináis alimentos de alta probabilidad con baja probabilidad, pero también podéis hacer uso de alimentos de media probabilidad.

  • Para introducir nuevos alimentos, haremos uso de reforzadores con alto nivel reforzante y alimentos de alta probabilidad.

Intervención de programas de alimentación en autismo

Consideraciones a tener en cuenta en la intervención de programas de alimentación con personas con autismo.

procedimiento de intervención en programas de alimentación en autismo

Análisis de tarea y descomposición de tarea

En caso de que sea necesario, incluir en la intervención el análisis de tareas. Este consiste en descomponer habilidades en pequeños pasos. El análisis de tarea implica dividir una habilidad compleja o una serie de conductas en unidades conductuales más pequeñas.

Primero, identificamos el objetivo que queremos enseñar, después descomponemos esta tarea en pequeñas tareas para la adquisición de la habilidad, evitando la experiencia del fracaso. Cuando descomponemos la tarea, se analizan las conductas que el niño debe de aprender para conseguir esta conducta objetivo.

El uso de moldeamiento, es clave en el análisis de tareas. Consiste en desarrollar una nueva conducta mediante el reforzamiento de aproximaciones sucesivas y la extinción de aproximaciones previas a la conducta final.

Ejemplo, una niña tiene problemas de conducta cuando prueba nuevos sabores, cada vez que la madre le pone el puré de calabaza, la niña lo tira al suelo.

La intervención sería la siguiente, comenzar añadiendo un poco de puré de calabaza a un sabor de puré que ya le guste al niño. Gradualmente, añadiremos más cantidad del nuevo sabor, hasta conseguir que se coma el puré de calabaza sin mezclar con otro sabor.

Reforzaremos cada ensayo que coma más cantidad y no reforzaremos cuando coma poca cantidad. Es aconsejable crear un criterio de la cantidad que quieres que coma el niño, por ejemplo, al principio con que pruebe un poco de la cuchara, se reforzaría que lo pruebe, el siguiente paso que tome una cucharada y reforzaríamos que tome una cuchara de puré, a continuación, le daríamos dos cucharadas y así sucesivamente.

Ensayo discreto

El ensayo discreto consiste en pedir al niño una demanda y cuando el niño responda adecuadamente, el instructor le da un reforzador. A continuación, el instructor le retira el reforzador y el niño debe esperar al adulto que haga una demanda de nuevo. Enseñamos el ensayo discreto para enseñar nuevas habilidades en una ambiente estructurado.

Uso de contingencias

El uso de contingencias en niños con autismo es esencial para enseñar nuevas habilidades. El uso de las contingencias consiste en la relación entre la conducta y el estímulo consecuente. A través de las contingencias, el niño aprenderá que cuando haga una respuesta en concreto tendrá una consecuencia, esta será el acceso al reforzador o retirada de algo aversivo, y cuando esta conducta no ocurra, este no podrá obtener el reforzador o no se le retirará ningún estímulo aversivo.

Encontramos tres tipos

  • Contingencia positiva:

    1- Niño emite conducta deseada, aparece la consecuencia (refuerzo o castigo).

    Ejemplo, Niño pide agua, le dan agua.

    Ejemplo, Niño pega a niño, la profesora le riñe.

    2- Niño no emite conducta: No parece la consecuencia.(ni refuerzo ni castigo).

    Ejemplo, Niño no pide comida, no le dan comida.

    Ejemplo, Niño no rompe juguete, no le riñen.

  • Contingencia negativa:

    1- Niño responde (Conducta deseada), no aparece la consecuencia (no hay refuerzo o se retira castigo).

    Ejemplo, Niño hace las tareas, la madre no le regaña.

    Ejemplo: Niño no hace las tareas, la madre le regaña.

    2- Niño responde (Conducta no deseada), aparece la consecuencia o se mantiene el estímulo aversivo (Refuerzo o castigo).

    Ejemplo: Niño suspende el test, papá regaña.

    Ejemplo: Niño aprueba el test, papá no le regaña.

  • Contingencia “0”:

    En esta contingencia, no se establece ninguna probabilidad, es decir, cuando la conducta se da o no se da, es la misma probabilidad de que aparezca el reforzador o el castigo.

Contingencias de la conducta, estimulo respuesta y estimulo aversivo

Crear Operaciones de establecimiento

Estas se utilizan para inducir la conducta objetivo (Operación motivadora). Las operaciones de establecimiento son eventos en el ambiente, que hacen que aumenten la efectividad del reforzador.

Cualquier variable ambiental que altere la eficacia de un estímulo como reforzador, y por tanto, altere la frecuencia actual de la conducta que haya sido reforzada por ese estímulo.

Ejemplo: Niño que está privado de agua desde hace una hora y ha estado practicando deporte, el valor del reforzador por el agua, aumentará.

Aplicación efectiva del reforzador

Pautas efectivas para el uso del reforzador:

  • El reforzamiento es el proceso por el cual una conducta se fortalece por sus consecuencias, estas consecuencias deben de seguir a la conducta de forma inmediata.

  • Cuando una conducta es reforzada por sus consecuencias, por un reforzador en concreto, el valor del reforzador aumentará la probabilidad que ocurra esta conducta de nuevo en el futuro.

  • Un reforzador puede ser muy efectivo, pero si no es aplicado en el momento correcto pueden dar lugar a reforzar conductas inadecuadas.

  • Tenemos que tener control de cualquier situación y crear un ambiente muy estructurado para poder enseñar nuevas habilidades.

  • Entregamos el reforzador después de que el niño emita una conducta adecuada, este reforzador debe ser inmediato a la conducta y sin demoras.

  • Cuando el niño emita una conducta adecuada y obtenga el reforzador, esta conducta aumentará para conseguir dicho reforzador, como hemos indicado anteriormente, el niño aprenderá las contingencias;

Si hago una conducta adecuada tendré acceso al reforzador, si no hago la conducta no obtendré el reforzador.

  • Para que sea efectivo el reforzador, el niño debe estar privado de él, por ello de crear las operaciones motivadoras.

Refuerzo diferencial

El refuerzo diferencial es el principal procedimiento para reducir o eliminar los problemas de conducta y aumentar conductas adecuadas.

Este procedimiento consiste en la manipulación de las consecuencias (lo que ocurre después de una conducta) reduce o elimina los problemas de conducta.

En la práctica consiste en reforzar conductas adecuadas y extinguir conductas inadecuadas. Hay varios tipos de reforzamiento diferencial, que deben ser aplicados según la conducta que queramos aumentar o disminuir. Leer más.

A través de la aplicación de conductas alternativas o de sustitución para la reducción de comportamientos inadecuados, debemos de enseñar comportamientos más flexibles, de autocontrol, socialmente apropiados y más complejos.

Ejemplo: Niño que llora cuando la madre le pone un plato de comida en la mesa.

Ejemplos de intervención:

  • Trabajar la tolerancia a que la madre ponga alimentos encima de la mesa y reforzar cada ensayo que el niño no presente problemas de conducta.

  • Incrementar el número de veces que la madre pone cosas en la mesa e ir reduciendo gradualmente el tiempo que está con el reforzador.

  • No presentar reforzado si la conducta problema ocurre.

  • Los primeros ensayos deben de ser de corta duración, madre pone un plátano en la mesa unos segundos y entrega reforzador. El tiempo que permanece el alimento en la mesa, debe ir aumentando y el tiempo que pase con el reforzador debe ir disminuyendo.

  • Trabajar en antecedente, es decir, dar pistas visuales o verbales, sobre la llegada del alimento a la mesa. Prever los posibles problemas de conducta, anticipándonos, enseñándole el reforzador e instigarle “Mira cariño vamos a hacer pompas” y en ese momento dejas el alimento en la mesa, y refuerzas verbalmente por buena conducta y entregas el reforzador.

  • Dar feedback por conductas adecuadas e inadecuadas.

  • Dar habilidades verbales para expresar cuando hay un alimento que no le guste o no tenga hambre.

Las conductas disruptivas más comunes, se mantienen por escape y atención. Los problemas de conducta pueden estar mantenidos por diferentes funciones. Leer más. Otro procedimiento, que vimos anteriormente para reducir la conducta, es la extinción, la extinción es ignorar la conducta problema, más el uso del refuerzo diferencial, por conductas adecuadas.

Obediencia generalizada

Vamos a enseñar una misma conducta en diferentes espacios o lugares, personas, momentos del día, en diferentes formatos (2d,3d,en vivo…) y a diferentes habilidades.

  • Niño debe de tener un control de su respuesta y autocontrol.

  • Debe ser tolerante y flexible.

  • Debe prestar atención durante tiempo largos y tener consistencia en las respuestas, por ello hay que incrementar la intensidad de ensayos y tener consistencia, como se aplican las demandas, apoyos, pautas para el desarrollo, etc.

Generalización

La generalización quiere decir que, diferentes estímulos tienen control de una misma conducta.

Por ejemplo, el niño coma en casa, en el colegio, en la consulta y en el restaurante, diferentes tipos de macarrones y con variedad de personas.

Promover la generalización en cada habilidad nueva aprendida y en programas de modificación de conducta. Esto aumentará la probabilidad de que el cambio de comportamiento se produzca en todas las situaciones y circunstancias en la vida de la persona.

Para que la generalización sea efectiva, se deben aplicar en diferentes contextos, diferentes estímulos (2d, 3d, en vivo, video, libro…) y con variedad de personas.

La generalización se lleva a cabo cuando un comportamiento tiene lugar en presencia de estímulos que son similares en algunos aspectos al estímulo discriminativo que estuvo presente en discriminación de estímulos. (Stokes, Osnes 1989).

Desensibilización

La persona puede tener sensibilidad a probar alimentos con diferentes tipos de texturas, colores, olores, etc.

La manera de realizar esta desensibilización es condicionando positivamente estos estímulos, mediante el uso de reforzadores.

La presentación de estos alimentos, que son aversivos para el niño, se deben hacer gradualmente, mediante refuerzo diferencial, uso de reforzadores potentes y presentando momentos de conducta. En el siguiente apartado veremos de que se trata “momentos de conducta”.

Ejemplo, a un niño no le gusta el zumo melocotón, sabemos que tiene un repertorio restringido de bebidas. Debemos preguntarnos, ¿Por qué presenta problemas de conducta?, ¿Es por el color?, ¿Por la textura?, ¿Por el olor?, ¿Por el vaso?, ¿Por la persona que lo presenta? o por otros motivos.

Una vez identificado la variable (textura, olor, forma) que está desencadenando este problema de conducta, comenzaremos a trabajar en un punto anterior.

Ejemplo, el niño no bebe zumo de melocotón por la textura.

La forma de sensibilizar sería, en un vaso de agua añadir zumo de melocotón para que la textura sea más suave, el niño debe ir dando pequeños sorbitos hasta beberse todo el vaso, este proceso debe ser seguido mediante, refuerzo positivo cada vez que bebe un poquito y usando reforzadores previamente contratados. Iríamos añadiendo más zumo al vaso de agua, hasta que finalmente se beba solo el vaso del zumo.

Momento conducta

Momento conducta se refiere a introducir conductas previas a la conducta meta, están buscan la preparación para la respuesta deseada por parte del niño, es decir, preparar el organismo para la ingesta de alimentos.

  • Estas conductas buscan facilitar respuestas operantes de la misma clase de respuesta que la deseada.

  • Una vez tengamos la evaluación médica para descartar cualquier tipo de problema orgánico, a continuación, debemos hacer una evaluación, planificación y diseño de una programación concreta para abordar la alimentación en niños con TEA.

Causas por las que un niño con autismo no quiere comer

La alimentación es un problema frecuente en niños con autismo. El principal motivo por el que presentan problemas de conductas o conductas disruptivas es por la hiperselectividad alimenticia, además de, que algunos de ellos muestran hipo o hipersensibilidad hacia algunos alimentos en concreto, esto se debe a que presentan una alteración para procesar e integrar los estímulos a través de los cinco sentidos.

La hiposensibilidad, hace referencia a la poca sensibilidad ante algunos estímulos en concreto, y niños con hipersensibilidad, muestran mucha sensibilidad ante ciertos estímulos.

Esta sensibilidad, suelen ser a ciertos olores, sabores, texturas, mezcla de colores en la comida… provocando rechazo a muchos alimentos.

Otros posibles problemas alimenticios son las alteraciones gastrointestinales o comer de forma compulsiva, sin llegar a saciarse.

Vamos a abordar como enseñar a niños con Autismo y otros Trastornos del Neurodesarrollo, como introducir nuevos alimentos en su dieta y pautas para trabajar la inflexibilidad y selectividad en los alimentos.

¿Cómo saber si mi hijo con autismo tiene problemas de alimentación?

Signos de alarma en la alimentación en autismo

  • Rechazan más de un grupo de alimentos, frutas, vegetales, cereales, lácteos o carnes.

  • Poca variedad de alimentos de su agrado, entre 10 y 15 alimentos o menos.

  • Inflexibilidad y selectividad, en la manera que le preparas o le presentas la comida: en papilla, la comida troceada, sin trocear, mezcla de diferentes colores, texturas…

  • Presentan problemas de conducta cuando le muestras la comida, desde rechazo, hasta vómitos y arcadas.

Sabemos que el proceso de la alimentación, puede ser muy tediosos, si necesitas asesoramiento estaremos encantados de poder ayudaros

Bibliografía

Virginia Montañez Soto

Diplomada en educación especial, Máster en autismo, Máster en terapia ABA (Análisis Aplicado de la conducta), Máster en rehabilitación del habla y del lenguaje. Con más de una década de experiencia, desarrolla su actividad en la modificación de la conducta, rehabilitación del habla y lenguaje, en autismo y en mejorar la calidad de la persona y de sus familiares.

Fundadora y directora de Tu Conducta.

https://www.tuconducta.com
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